POR: IVETT MEZA FUENTES
Es imposible resistirse a su exquisito olor y más aún cuando lo tienes cerca. ¡Y qué decir del acompañamiento de la ensaladita y las papas fritas! Es toda una delicia, sin duda. Y qué mejor si a todo ello le sumamos una chicha morada heladita, una gaseosa y quizá, una limonada frozen. Este artículo abre el apetito a quien lo escribe y a quien lo lee. No es un misterio. Con todo ello nos referimos al conocido y delicioso, pollo a la brasa.
Esta delicia es un misil más de todo lo que posee nuestra gastronomía peruana, que por cierto, no se compara a ninguna. Es considerado uno de los platos más consumidos en nuestro país ¿Y quién podría decir lo contrario? Con ver y sentir su olor, provoca ahora mismo pedirse un cuartito de pollo con sus papas fritas y con todas sus cremas. Además, uno a simple vista puede llegar a la conclusión de que efectivamente, si, tan conocido es en nuestro país y fuera de, que incluso tiene una fecha especial exclusivamente para celebrarlo como se debe. Cada tercer domingo de Julio, se celebra oficialmente, el día del pollo a la brasa.
Tanto es el amor hacia este plato que las familias peruanas, y que también no me extraña que en el extranjero hagan lo mismo, recurren a las pollerías para darse un gustito comprando un pollo para celebrar ocasiones familiares muy importantes. Es un clásico. Queda comprobado que en el día de la madre, feriados, navidad y otros más, son las fechas en las que más personas recurren a consumir el delicioso pollo a la brasa. Pero también, sin dejar de lado las fiestas y reuniones o algún fin de semana, son otro de los motivos para celebrar y a la vez engreír al paladar con semejante platillo.
Es todo un privilegio que este plato sea de origen 100% nuestro. Nació hace más de sesenta años, en Chaclacayo, Santa Clara. El inicio de este se le dio a Roger Schuler quien criaba pollos, en aquel entonces, pero como no prosperó en tal negocio, decidió venderlos venderlos hechos a la parrilla, aderezados con productos peruanos. Y fue así, que viendo la preparación que hacía su cocinera con respecto a la cocción del pollo, decidió abrir un negocio nuevo creando el restaurant llamado “La Granja Azul”. Esta pollería es una de las más conocidas y antiguas a la vez, ya que tiene 68 años de creación y actualmente, es uno de los puntos emblemáticos en el que las familias acuden para degustar el riquísimo pollo a la brasa.
Teniendo una gran historia, queda por hecho de que el pollo a la brasa es el preferido en las mesas familiares. No importa el día, fecha, hora, ocasión o circunstancia, este plato está presente y ¡cómo no! Basta con sentir el olor y deleitar el paladar con ese sabor peculiar para quedar prendidos de este, agregándole unas cuantas cremitas y por supuesto, el picantito infaltable. Este es otro motivo más para sentirnos orgullosos de lo nuestro, de nuestra gastronomía, de nuestro rico e inigualable, ¡Pollo a la brasa!
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